Hace varios días que sólo andaba con mi yo atrapado entre mis sesos, agarraba un cigarro y pensaba un montón de cosas, algunas se iban sin respuestas, otras volvían con más fuerzas buscando la alternativa correcta. Sin darme cuenta me encontraba en medio de cadáveres en busca de hedonismo descontrolado, pero el sol suele dar un regalo oportuno, y mientras mi mente naufragaba sin rumbo alguno... te vi, a lo lejos. La luz del sol daba justo en tus cabellos que brillaban y seriamente observabas el nauseabundo entorno donde residía. Dos noches después has aparecido en un sueño, andavamos hablando de la vida, riéndonos y enamorándonos, besos con sabor a libertad. ¿Señal? ¿o sólo coincidencia? dejaré que el viento responda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario