Soñamos juntos, juntos despertamos, el tiempo hace o deshace, mientras tanto no le importan tu sueño, ni mi sueño
Somos torpes o demasiado cautos, pensamos que no cae esa gaviota, creemos que es eterno este conjuro que la batalla es nuestra o de ninguno
Juntos vivimos, sucumbimos juntos, pero esa destrucción es una broma, un detalle, una ráfaga, un vestigio un abrirse y cerrarse el paraíso
Ya nuestra intimidad es tan inmensa que la muerte la esconde en su vacío. Quiero que me relates el duelo que te callas por mi parte te ofrezco mi última confianza. Estás sola, estoy solo, pero a veces puede la soledad ser una llama.
Mario Benedetti
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