Qué es justo o justicia, su respuestas directa es caos.
Partiendo de la ley innata de diferenciación humana en su máxima expresión de que nada es igual a otra cosa, nada. Nada es justo, pues todo es divergente, y la equidad se tiende a confundir con la concepción de justicia. Justicia, control o manifestación de poder directa.
Tener poder, es manejar la justicia y sus parámetros de ejecución, construyo leyes de convivencia: conductas correctas y comportamientos equivocados en constructos diferentes, entre personas diferentes; se busca la igualdad en lo distinto, la justicia en lo injusto. Entonces el caos es tu salida natural, entablar orden en líneas estrictas entendiendo la normalidad como algo común en sujetos... diferentes.
Reglas y normas establecidas, sin poder y sin justicia lo justo no existe, de esta manera, el caos abarca el peldaño inconcluso, genera equidad de condiciones en interrogantes y juicios. Se rompe la cadena "lógica" y lo extraño se desarrolla en esencia. Entonces, entendemos y convivimos con el funcionamiento de expresiones representadas en instituciones; la irracionalidad: lo absurdo se extirpa, lo "verdadero" es implementado en cada pieza del macabro sistema. La libertad olvidada en la naturaleza real, sin permiso al pensamiento libre y destructor, motor principal del caos. ¿Existencia de verdad y justicia? depende de la visión, ambición y lugar de observación, pero en términos concretos son conceptos de implementación equivocada, desde su génesis al "mundo real".
Nicolás Cuevas
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