domingo, 10 de febrero de 2013

¿Ángel o demonio?

   
    Todos me han dicho desde el comienzo de la historia quién soy, nunca me he cuestionado nada, y es precisamente por qué no hay cosas para hacerlo. Vivimos en un paisaje ideal, nada falta, ni nada sobra, todo está en su justa medida y a pesar de poseer características similares, todos nosotros somos diferentes sin envidiar las cualidades ajenas, pues cada virtud es pertinente para nuestras relaciones. Pero las cosas han cambiado, desde que hemos conocido e interactuando con seres terrenales... ellos tienen miedo, palabra que nunca había escuchado, ni observado, ni sentido hasta padecer misteriosos golpes en mi pecho por una mujer.
   Nunca me he cuestionado nada, pero desde ese momento todo es extraño, todo. Por qué tengo enormes alas, por qué ellos no me ven, por qué no puedo ser un demonio y vivir en pecado eterno, amar, volverme un desquiciado para saborear las raras emociones que sienten los humanos. Es probable que ellos quieran lo que yo tengo y viceversa, pero sus formas de vida me han revuelto mi normal estilo de vida, remplazando la protección y seguridad por el sentido de libertad, escapar y desobedecer a mis dioses, tomar el camino contrario y equivocado, poder utilizar mis herramientas de serafín-demonio, y coger entre mis brazos a la heroína que despertó mis dudas, temores, asombros y fantasías, volar sin detenerme por el espacio, llevando lejos de todo lo que existe en sus mentes para comenzar a construir algo nuevo, algo entre un ser divino y un ser humano. Escapar de las reglas, leyes y teorías que impiden locuras extraterrestres. 
   He abandonado los sucios trapos que ocultaban mi cuerpo, he dejado en el suelo la armadura que defendía mis heridas, sobretodo la coraza de acero que se ubicaba en mi pecho sin dar espacio para sentir el latido de mi corazón. Ahora el universo al revés de cuando alguien sin ser yo decidió lo que era y debía ser. Vuelo, enfrento mis miedos y dejo caer la gruesa piel que cubre a un ente sin sentimientos. ¿Y quién soy un ángel o demonio? no lo sé, eso lo decide cada uno, prefiero existir y solamente ser... un lunático para amar a la mortal que cambio mi percepción de vida. Alas para volar, aunque el espejo no refleje lo verdaderamente esencial.

Nicolás Cuevas

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