La calle silenciosa es una ruina viviente ubicada en algún terreno sin
dirección... las aves vuelvan sobre su tejado dañado por el tiempo, arruinado
por sí mismo. No existe la espera, esperanza, o caridad... ni menos la solidaridad, la calle silenciosa
se olvida con facilidad. Cuando pasas e ignoras, sin abrir los ojos para
observar alrededor de sus paredes deterioradas y fierros oxidados la pobreza abraza
el olvidado pedazo de cielo y no se separan jamás.
Nicolás Cuevas
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