lunes, 30 de diciembre de 2013

Bienvenido nuevos tiempos

  
   Se va un año divertido, con muchas anécdotas, historias jocosas, descontrol y libertad sobre todas las cosas. A pesar de experimentar diversas emociones y situaciones he aprendido a enfrentar dificultades y desafíos. Alimentar diariamente esas falencias del pasado que hoy son frutos del presente, y fuertes cosechas para conservar en el futuro.

   Para continuar en equilibrio, armonía y felicidad, uno debe estar pleno, consciente de errores, aprendizajes, dificultades y capacidades. Mi deseo más diáfano es ser feliz, las buenas energías rodean el aura que transmite y proyecta vibras positivas, lo fundamental es canalizar tales estímulos de modo óptimo para disfrutar al máximo todas las posibilidades. 

   El baño energético estelar del 2013 ha contribuido a mi crecimiento personal, expandiendo mis dimensiones sin límites, construyendo mis deseos en elementos tangibles e intangibles poderosos. La perseverancia y trabajo dan recompensas tremendas y satisfactorias mientras haces las cosas bien, con locura y pasión. Se van los momentos, pero los recuerdos gratos son perpetuos en la memoria, fortalecidos por la esencia más profunda e íntima. Adiós buen año.

   Bienvenido nuevos aires, nuevos tiempos, energías positivas y locura desmedida, bienvenido nuevos tiempos. Las mejores deseos para mis cercanos y  energías para liberar el alma, perdurar la juventud y compartir la alegría por siempre con los amados.

No hay maldición que dure 100 años


Por Nicolás Cuevas P.

El fútbol es sentimientos, pasión, locura, mezcla de estímulos que generan diferentes situaciones de alegría a fatalidad. ¿Pero estarías dispuesto a sacrificar toda una vida para poder sentir y vivir aunque sea sólo una vez la magna satisfacción?

58 años tuvo que esperar un club para gritar campeón qué valientes y fieles. 58 años miles de personas asumieron su rol como simpatizantes, hinchas o fanáticos de un equipo de provincia, triste realidad de conformismo, basada en ilusiones o meras quimeras para saciar la sed. 58 años de historia marcada por rachas negativas, orgullos morales e incluso tragedias dantescas que involucraban a 16 jóvenes amantes del celeste. Dejar pasar tanto tiempo y estar a un minuto de gritar campeón y ver como tu mala suerte vuelve aparecer, karma regional al tratar de enfrentar a Goliat de igual a igual tomando en cuentas las diferencias abismantes, pues las oportunidades son oportunas y no las puedes desperdiciar.

Desde que tengo memoria me inculcaron un color, una pasión que durante años alimenté con los recuerdos y vivencias de otros como jornadas épicas o clásicos inolvidables, para luego experimentar y construir mi propia historia sobre el amor a una camiseta, viajar a regiones, cantar a todo pulmón bajo la lluvia o dormir fuera de un estadio. Soy hincha de esos mal llamados “equipos grandes” que consiguen títulos regularmente, repletan estadios y tiene aficionados por todo el país. Pero a su vez nací en una tierra olvidada por triunfos deportivos, incluso la historia asocia a la región o específicamente a la ciudad de Rancagua a un desastre en 1814, linda publicidad. A casi el bicentenario de esa fecha un club de fútbol carente de títulos y laureles en sus vitrinas regaló la emoción más diáfana que puede vivir un futbolero: la felicidad de vibrar y compartir con los seres queridos a través de un balón: la copa de campeón.

O’Higgins como decenas de equipos de provincia representa la rebeldía contra la adversidad, el compromiso a pesar de la debilidad, esperanza ciega por un anhelo, un sueño que ahora ya es real, por eso destacó su hidalguía. Locura y éxtasis de un pueblo regional sorprendente, envidiable, plausiblemente con “aguante” por su naturaleza: nacidos para no celebrar. Un club que nunca experimentó tanta euforia, no sabían que era ser campeón, levantar una copa nacional. O’Higgins rompió su destino y todo eso ocurría entre miradas desconcertadas, emocionadas, incomprendidas, excitadas, embriagados por el triunfo miles de rancagüinos explotados de júbilo, destruyeron la historia, estadísticas, una fiesta de ellos para ellos. Festejar al máximo la noche mágica esperada durante 58 años, para ver aparecer su primera estrella en un esplendoroso cielo celeste.

John Lennon salva al Rock and roll


 Por Nicolás Cuevas P.

Movimientos sociales, descontento político y la corriente musical más popular del siglo XX abandonada, sucia, cubierta con polvo y manoseada sin poder gestar ni canalizar esa furia en una voz masiva, más allá del territorio perteneciente al  folclore tradicional o leves melodías acústicas, pues cada proceso histórico de rebeldía ha ido acompañado de bandas sonoras poderosas y ruidosas. Hoy el mercado ha ganado, no ha dejado proliferar, ni dejará florecer en un terreno baldío o desértico recubierto con flores de plástico.

 Tras la muerte de Kurt Cobain (1994) el mundo del rock quedó mudo, su nuevo bastión y líder de proceso creativo del momento se iba de viaje para no volver, acompañado  de la muerte con boletos sin destino. Tras un desarrollo normal de la década de los noventa, la sutil aparición del retro rock y otras modas fugaces, pequeñas, quizás, mínimas muestras de confrontación directa y contestataria en la música con guitarras, bajos y baterías  han estallado, pero como un árbol que cae en un bosque solitario, sin que nadie se dé cuenta o lo escuche.

Tal vez la muerte de la rebeldía musical sea producto del omnipotente poder de las industrias (discográficas), pues deben rentabilizar un negocio que ha perdurado por decenios, inventando formas, modelos e íconos para sostener un consumismo que ha violado y ultrajado la libertad de composición y comprensión, olvidando que las guitarra con o sin distorsión complementadas con una voz firme y segura  son la punta de lanza, la bandera de lucha para abrir las percepciones, entrar al inconsciente y sacudir las neuronas adormecidas con un tranquilo ritmo superficial, carente de emoción y representación de la realidad.

Resulta curioso observar el panorama underground o mainstream que imita, revive e invita a desconectarse del porqué. No hay dudas, no pueden surgir, y si salen a la luz se reprimen, ya que existe una dosis de dulce morfina popular para saciar y direccionar las curiosidades. Miles de bandas tributos repiten moldes, sin sorpresa o dinamismo para atacar y enfrentar el mundo de hoy. Los nuevos artistas temen ser rudos, malos, ruidosos o contrarios. El mercado nuevamente gana, porque es más fácil digerir una hamburguesa de aspecto delicioso pero nocivo, que porotos feos y sabrosos.

Pero mientras existan héroes-leyendas del rock y de la música en general, nacerá de las profundidades oscuras e irreverentes, sin caer en la bifurcación, ni división, sin pertenecer o encasillados en estilos definidos o imprecisos, figuras que alzarán la voz para decir: ¡basta!, de un modo extraño y apasionante, inventando a través de instrumentos clásicos un grito unísono y rebelde.

In Utero

Regresa el último disco de Nirvana

Por Nicolás Cuevas P.

“Besaré sus dolores abiertos/ aprecie su preocupación/ usted apestará y se quemará siempre” (rape me).

“In Utero” sale de las entrañas del trío de Seattle a un mundo sediento de Grunge el 13 de septiembre de 1993, transformándose sin concebirlo en el último trabajo musical de Nirvana. Dos décadas después se reedita unos de los álbumes más influyentes de la banda liderada por Kurt Cobain. Reedición para todos los bolsillos que va desde la simple edición remasterizada; la versión doble que integra un lado b con los singles, aparte un DVD  del concierto  “Live and Loud”. Y por otro lado, la edición de lujo que incluye tres CDs y un DVD con diversas presentaciones en vivo, incluyendo su elogiado show realizado en Múnich, un mes antes del suicidio del cantante.

“El éxito de ‘In Utero’ radica por el estado natural de Nirvana, al lograr un sonido como ellos querían, sin tanta producción, más independiente. Además, es un álbum bastante equilibrado con rasgos punk en ‘Pennyroyal tea’ o delicadeza pop en ‘All apologies’. A pesar de ser un disco menos radial  por su crudeza grunge”, explica el crítico musical Jorge Lira (Radio Sonar).

“Rape me”, “All apologies”, “Heart-shaped box” o “Pennyroyal tea” son algunas de las canciones que integra “In Utero”, material musical alabado por su diáfano contenido y crudo sonido grunge, pero criticado por sus diferencias sustanciales al éxito comercial del antecesor “Nervermind” (1991). El disco presenta características artísticas únicas representadas en la creatividad sonora y estética, configurando una atmósfera oscura, siniestra, salvaje y rabiosa, tal como el proceso negativo interno que experimentaba paralelamente la banda, sumado a la adicción de heroína del vocalista. Por ejemplo, en “Dumb” Cobain cantaba: “No soy como ellos/ pero puedo fingir/ se va el sol/ pero tengo una luz/ se hace el día/ pero estoy teniendo diversión/ pienso que soy mudo o quizás feliz”, letra profunda que describe y representa la complicada etapa. El locutor de Radio señala: ‘In Utero’ se da en un contexto bastante complicado para el grupo, pues Kurt Cobain estaba sumergido en las drogas, iba a ser padre y todos esos factores influenciaron en su desarrollo”.

En tanto, el cuarto disco de estudio de Nirvana retorna como el inicio nostálgico de la generación noventera, tomando en cuenta que los fanáticos en la actualidad tienen alrededor de 35 a 40 años, por lo tanto, determinada estabilidad económica para adquirir los nuevos materiales ligados al trío. A su vez, este reformulado método contribuye para llegar a nuevos auditores, ajenos al legado musical de Nirvana. “La reedición del disco es una revitalización para todos los que fuimos marcados en los noventa, específicamente en 1993 por ‘In Utero’, pues gatilla recuerdos e identifica una etapa que vivimos. Asimismo, agrega material extra no sólo dedicado al fanático, sino también al público joven que tiene la posibilidad de adquirir un disco bastante importante y producido con gran calidad a veinte años de su debut”, enfatiza el periodista de Radio Sonar.

        ‘In Utero’ (1993) contiene doce canciones más un extra, en Estados Unidos se posicionó en el número uno de las listas de ventas, logrando 4.200.000 copias vendidas. Su importancia primordial reside en ser el último disco del emblemático grupo grunge, material musical y artístico que encarnó la figura de Kurt Cobain antes de su muerte.


Ramones (1976)

One, two, three, Four... 

Por Nicolás Cuevas P.

   Tres acordes, un fuerte bajo, una guitarra sucia, la batería y de fondo la voz de Joey contagiando a la juventud de un sabroso frenesí punk. El disco homónimo de Ramones es un álbum sencillo en aspectos técnicos, pero atractivo musicalmente, pues representa la génesis del género punk rock, inspirado desde las bases del rock and roll e invasión inglesa de 1960.

 “Ramones (1976)” es la piedra angular del estilo musical en Norteamérica, ya que establece un punk auténtico o “yankee” no sólo en imagen ruda y contracultural, representado en chaquetas de cuero, pantalones ajustados y gastados, sino en sonido diferente del británico, pues el característico ritmo de batería acompañará por décadas a la banda de Queens, forjando una raíces para miles de bandas de rock. 

   Más allá de los simples riffs, Ramones es actitud, música rápida para el desenfreno, cantando sobre cosas cotidianas, sacudiendo a la juventud en un mundo extraño con breves y precisas melodías.

   En tanto, el disco homónimo de Ramones presenta otra cualidad, ya que fue grabado en siete días bajo la modalidad de cuatro canales (estéreo), formato inusual para la época, además del overdubbing técnica para duplicar voces y agregar un sonido adicional.

   29 minutos, 14 canciones entre ellas "Beat on the brat", "Judy is a punk" o "I wanna be your boyfriend" y un grito de guerra para el rock and roll: “Hey oh! Let’s go!”. Los Ramones a través de su marginalidad, distorsión y rebeldía contribuyeron a describir un “Blitzkrieg Bop” musical, posicionar al punk como corriente en EE.UU. con Jhonny en la guitarra, Dee Dee en el bajo relatando sus experiencias sexuales, Tommy en el bombo y caja, para agitar a todos con Joey cantando escondido en su cabellera.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Extremoduro - Para todos los públicos

“Porqué me llevaste al barrio del olvido”

Por Nicolás Cuevas P.

Extremoduro vuelve con el rock transgresivo que lo catapultara al éxito en la península Ibérica y en el territorio olvidado del sur latinoamericano, ese rock fuerte y molestoso que tras 26 años de guitarras pesadas ya suena agradable con melodías serenas dedicadas a la introspección. La banda liderada por Robe Iniesta continúa ese sonido poderoso, minucioso y melancólico iniciado con “Yo, Minoría absoluta” (2002) que marca el segundo aire de esta agrupación española.

“Para todos los públicos” (2013) logra saciar esa fuerza y energía rockera extraviada en los últimos discos, pero se puede palpar una evolución musical demente y sabrosa, especialmente al complementar de modo precioso los riffs y punteos de Iñaki “Uoho” Antón con la voz rasposa y sufrida de Robe Iniesta.

El álbum viaja por diversos vaivenes rítmicos manifestado desde tranquilas baladas pensativas como “Locura transitoria”, a guitarras distorsionadas y ruidosas limítrofes al sonido clásico del grupo: “Qué borde era mi valle” o “Mi voluntad”. También atravesando el movedizo rock and roll en “Pequeño rocanrol endémico”.

La obra musical es complementada en detalle por la lírica y poesía del cantante sumergido en la angustia existencial “Si se va/ mi cuerpo se evapora y pierde solidez/ y flota en el vació de la soledad/ y mi mente no sabe adónde se va agarrar/ si estoy loco perdío” (Poema sobrecogido). Temáticas dedicadas a desilusiones amorosas, romances pasionales o locura interior del autor.

Por otro lado, el nuevo trabajo del conjunto de Plasencia estuvo envuelto en la polémica al ser filtrado días antes de su lanzamiento oficial debido al robo de varias copias físicas desde el lugar de producción, el responsable publicó el material a través de internet. El hecho desencadenó la furia de integrantes y sello Warner Music, criticando las plataformas virtuales que promueven tales delitos. A pesar del incidente “Para todos los públicos” logró el número uno de listas de ventas españolas, al igual que su antecesor “Material defectuoso” (2011).

El undécimo disco de Extremoduro cuenta con ocho canciones más un interlute denominado “Manuel IV”, cohesionado de modo exacto la nueva etapa creativa con el sonido nostálgico o clásico, característicos de “Agíla” (1996). “Para todos los públicos” es un disco de digestión suave y armónica, sin dificultades para su comprensión o disfrute que aspira unir ambas generaciones forjadas con diferentes períodos del grupo.

Corre el minuto 37, antes de finalizar el álbum suena de fondo una melodía calmada y relajada, se desnuda frente a los oídos: la gran canción “Los caminos de las utopías”, balada que conjuga de modo perfecto el viaje mental y físico que experimenta un hombre moderno en las proximidades  del caos.


Conjugaciones



(después) 
El futuro no es una página en blanco es una fé de erratas.

(previsión)
 De vez en cuando es bueno ser consciente de que hoy de que ahora estamos fabricando las nostalgias que descongelarán algún futuro. 

(plurales)
 Hay ayeres y mañanas pero no hay hoyes.

Mario Benedetti

Corre que te pillo


Acción, suspenso, muerte y violencia extrema. “Breaking Bad” o “The Walking Dead” son producciones que han caracterizado tales contenidos, incluso haciendo apología a la muerte y violencia desmedida,  factores atractivos mundialmente. Pero te imaginas mezclar esos elementos en una exitosa serie sobre carteles de drogas pero inmersa en el territorio donde viven los “jaguares” de Latinoamérica.

Al igual como titula una reconocida canción de Soda Stereo se bautiza a la serie producida por la franquicia televisiva HBO, donde un grupo de narcotraficantes destruye los pilares republicanos e institucionales de un país. Chile, la emergente potencia sudamericana abatida por carteles de drogas, problemas asociados históricamente a países caribeños, ajeno a naciones serias, fundadas bajo el orden y miedo, que hoy funcionan como puente económico para el mercado.

La ambición de poder, fortuna y éxito fugaz se consigue a través del negocio turbio, las mismas carencias y problemas sociales influyen su desarrollo. En Prófugos no hay buenos, puedes simpatizar con algún bando pero todos han sido corrompidos por el amado dinero, divisa que es capaz de unir a ex cenetas (CNI) y frentistas (FPMR), homofóbicos y homosexuales, policías con traficantes y familias disfuncionales con poderosas cúpulas oligárquicas.

Los integrantes del cartel Ferragut utilizados como chivos expiatorios por el Gobierno de turno son perseguidos y puestos en prisión con el fin de lavar su imagen ante el narcotráfico, de esta manera, la segunda temporada se inicia con la espectacular fuga desde la cárcel de alta seguridad. Por ende, deben huir de un lugar a otro, haciendo la mejor publicidad y proyección turística de Chile, exhibiendo el lado bello de la nación a través de sus diversos climas y paisajes, desde el desierto de Atacama a las Torres del Paine. Localidades que participan directamente en la seducción visual, además, del tratamiento técnico de las cámaras que facilita la atención.

La historia muestra una cruda realidad con morbo exacerbado ante una sociedad conservadora, incapaz de ver o imaginar a su patria destruida por las drogas duras y macabros asesinatos.  A su vez, el road movie es fortalecido de un tremendo elenco compuesto por Alfredo Castro, Francisco Melo, Blanca Lewin, Amparo Noguera, Aline Küppenheim, entre otros. Y nutrido de sobresalientes personajes y destacadas actuaciones por parte de Luís Gnecco, pues personifica la inhumanidad en Mario Moreno, transmitiendo rabia, furia, odio e ira en cuotas de enajenación y humor. O el caso de Benjamín Vicuña desmarcado de su rol de galán, sin caer en el prejuicio por su aspecto. Sumado a la capacidad actoral y emocional  de Néstor Cantillana.

El éxito de la segunda temporada de Prófugos es producto de un gran trabajo de producción, sostenida por su idea, trasfondo, aspectos técnicos reflejados en efectos especiales de alta calidad y dirección a cargo del venezolano Jonathan Jakubowicz y Pablo Larraín (“Fuga”, “No”, “Tony Manero”, “Post mortem”). Instalando al espectador en un submundo incomprendido, carente de valores, donde las armas son amigas inseparables e inmunes herramientas de traición. La serie cautiva al mantener expectante a la audiencia a través de un juego emocional, suspensivo, violento y sanguinario de la trama.

Los  fugitivos seguirán huyendo, buscando nuevos aires para su organización y adquisición de recursos. El quinto poder ya está instalado pero de modo invisible, camuflado, escondido, al igual que los prófugos que viajan sin lugar de destino.


Nicolás Cuevas P.