lunes, 30 de diciembre de 2013

John Lennon salva al Rock and roll


 Por Nicolás Cuevas P.

Movimientos sociales, descontento político y la corriente musical más popular del siglo XX abandonada, sucia, cubierta con polvo y manoseada sin poder gestar ni canalizar esa furia en una voz masiva, más allá del territorio perteneciente al  folclore tradicional o leves melodías acústicas, pues cada proceso histórico de rebeldía ha ido acompañado de bandas sonoras poderosas y ruidosas. Hoy el mercado ha ganado, no ha dejado proliferar, ni dejará florecer en un terreno baldío o desértico recubierto con flores de plástico.

 Tras la muerte de Kurt Cobain (1994) el mundo del rock quedó mudo, su nuevo bastión y líder de proceso creativo del momento se iba de viaje para no volver, acompañado  de la muerte con boletos sin destino. Tras un desarrollo normal de la década de los noventa, la sutil aparición del retro rock y otras modas fugaces, pequeñas, quizás, mínimas muestras de confrontación directa y contestataria en la música con guitarras, bajos y baterías  han estallado, pero como un árbol que cae en un bosque solitario, sin que nadie se dé cuenta o lo escuche.

Tal vez la muerte de la rebeldía musical sea producto del omnipotente poder de las industrias (discográficas), pues deben rentabilizar un negocio que ha perdurado por decenios, inventando formas, modelos e íconos para sostener un consumismo que ha violado y ultrajado la libertad de composición y comprensión, olvidando que las guitarra con o sin distorsión complementadas con una voz firme y segura  son la punta de lanza, la bandera de lucha para abrir las percepciones, entrar al inconsciente y sacudir las neuronas adormecidas con un tranquilo ritmo superficial, carente de emoción y representación de la realidad.

Resulta curioso observar el panorama underground o mainstream que imita, revive e invita a desconectarse del porqué. No hay dudas, no pueden surgir, y si salen a la luz se reprimen, ya que existe una dosis de dulce morfina popular para saciar y direccionar las curiosidades. Miles de bandas tributos repiten moldes, sin sorpresa o dinamismo para atacar y enfrentar el mundo de hoy. Los nuevos artistas temen ser rudos, malos, ruidosos o contrarios. El mercado nuevamente gana, porque es más fácil digerir una hamburguesa de aspecto delicioso pero nocivo, que porotos feos y sabrosos.

Pero mientras existan héroes-leyendas del rock y de la música en general, nacerá de las profundidades oscuras e irreverentes, sin caer en la bifurcación, ni división, sin pertenecer o encasillados en estilos definidos o imprecisos, figuras que alzarán la voz para decir: ¡basta!, de un modo extraño y apasionante, inventando a través de instrumentos clásicos un grito unísono y rebelde.

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